El mundo y yo o la visualización sistémica

Consultoría
14/01/2022 04:13 pm
Van algunos extractos del capítulo IV de mi libro, mismo que pueden adquirir en amazon.com


“[…] ¿Por qué es tan común que las diferentes áreas organizacionales gasten energía en acusar a y defenderse de las demás áreas en vez de enfocarse en lo que verdaderamente importa para la empresa? Y, sobre todo, ¿por qué a lo largo de nuestra historia laboral moderna han sucedido y suceden este tipo de eventos sin que, a la fecha, se hayan podido solventar de una manera efectiva? 

Las respuestas a estos cuestionamientos las encontré cuando de manera más que afortunada, allá a finales del siglo pasado, me topé con un libro. Contrario a lo que pasa con algunos políticos mexicanos, yo sí he leído algunos libros que me han marcado; uno de ellos es ese libro con el que me topé: La quinta disciplina, de Peter Senge, en el que explica un concepto para mí sumamente poderoso en lo que a gestión administrativa se refiere: pensamiento sistémico. Cabe la aclaración que ‘sistémico’ (que significa concerniente a la totalidad de un sistema) no es lo mismo que sistemático (que significa que se ajusta a un sistema). 


El pensamiento sistémico es un conjunto de principios generales que nos permite reconocer interrelaciones en vez de cosas, patrones de cambio en vez de instantáneas estáticas y, en general, nos permite captar totalidades y reforzarlas o cambiarlas efectivamente. Nos permite tomar decisiones no con base en una mera fotografía, sino con base en lo visto en la película completa; nos permite enfocarnos no solo en el árbol que tenemos enfrente, sino en el bosque; nos hace pensar de manera global, independientemente de que actuemos de manera local […] 


Desde muy temprana edad nos enseñan a analizar los problemas y a fragmentar el mundo, ya que, al parecer, esto facilita las tareas complejas, pero, sin saberlo, pagamos un precio enorme pues perdemos la sensación intrínseca de conexión con una totalidad más vasta. El que el mundo esté compuesto por fuerzas separadas y desconectadas no es más que una ilusión que nos hace mucho daño pues el mundo no está compuesto por partes fragmentadas sino que está compuesto por subsistemas que conforman, a su vez, un sistema del cual, por definición, nosotros formamos parte. […]” 

 

Hasta aquí algo de lo que expongo en mi libro y que constituye la esencia de ese capítulo y de ese concepto: pensamiento sistémico. 


A riesgo de parecer exagerado, aseguro que quien se maneja en una organización bajo una visualización sistémica, tendrá una óptica muy diferente a quien lo hace de manera lineal, tradicional, pensando solo en causa- efecto, cual tercera ley de Newton. 


En mi libro, expongo un ejercicio cuyo objetivo primordial es que nos demos cuenta, de una manera crudamente tangible, que «yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo», (¡Va por vos, mi estimado Ortega y Gasset!)  o lo que es lo mismo, el mundo y yo no convivimos de manera fragmentada, sino que somos parte de un mismo sistema, de ahí que todo yo tenga que ver con todo lo que pase en el mundo, a lo mejor con un ‘granito de arena’ o a lo mejor con ‘una gran roca’, pero no puedo sustraerme al hecho de que todo lo que pase en el mundo esté ligado a lo que me pase a mí y viceversa. 


¿Se atreven a hacer ese ejercicio? ¡Es fuerte! 😉 Adelante, vayan a amazon.com y consulten el capítulo IV.