¡Despierta! Hacer lo que siempre has hecho no va a llevar a tu empresa al lugar que deseas.
Aprende sobre la nula eficacia que tienen las maneras tradicionales para dirigir personas en ambientes organizacionales y que, además, se siguen enseñando en las instituciones educativas de alta administración.
Desde hace algunos años tomé conciencia sobre los nulos resultados que tenemos, tanto ejecutivos como consultores, para dirigir eficaz y productivamente a las personas. Por este motivo me he enfocado en «dar la voz de alarma» a través de mi cruzada, la cual está dirigida a inquietarte e inquietar a mis auditorios en relación a:
- Lo incorrecto que es tomar a una persona como un recurso humano al que hay que administrar y controlar.
- Lo inadecuado que es creer que puedes dirigir a las personas a través de machotes y «recetas de cocina» que inútilmente tratan de encasillar a algo tan complejo como lo es una persona.
- Lo equivocado que estás al echarle la culpa a los trabajadores, al mercado, al gobierno, a las condiciones económicas, al dólar, al euro, a los inmigrantes y a quien sea, cuando la realidad es que la solución es inherente a tu forma de pensar.
- La importancia que tiene el que comprendas que no es fácil trabajar con gente, porque los humanos somos muy complejos como para responder acorde a las leyes de la física newtoniana.
«Lechuga, ¡es que tú no sabes cómo es la gente! Les das la mano y te toman hasta del pie», es la típica frase que escucho de jefes, ejecutivos o supervisores cuando expongo todos estos conceptos.
¿Y quieres saber cuál es mi respuesta? Mi respuesta, invariablemente, es: «Para empezar, si vamos a hablar “de la gente”, entonces, ¿qué somos nosotros? ¿ET, marcianos y venusinas?».